MARCELO CIDADE: O vento experimenta o que irá fazer com sua liberdade... (Modalidades del viento en tiempos de libertad...)
Marcelo Cidade (São Paulo, 1979) adquirió una amplia reputación internacional gracias a su diálogo crítico con los legados de las vanguardias brasileñas del siglo pasado. Su aproximación distópica a las ideas utópicas difundidas en São Paulo y Río de Janeiro por diferentes grupos artísticos y tendencias arqui- tectónicas entre las décadas de 1940 y 1970, ha producido una serie de icónicas obras contemporáneas en las que, mediante el uso de nuevos materiales, Cidade trae al presente problemáticas no resueltas. La materialidad es central en la práctica de este artista, tal y como se expresa en la incorporación en su obra de tipologías de diseño que representan un determinado tejido urbano, sus zonas grises y sus tensiones. Tal vez la obra que mejor logra describir la relación de Cidade con el pasado y el contexto sea su escultura Tempo suspenso de un estado provisorio (2011), un panel de vidrio perforado por un agujero de bala y montado sobre un caballete creado por Lina Bo Bardi para el Museu de Arte de São Paulo. El gesto de Cidade, que se propuso desestetizar la célebre museografía de esta arquitecta radical, reposicionó al arte como una ventana política a la realidad. La obra —que ahora pertenece a la colección del MASP—, propone un vínculo mordaz entre el museo y el contexto político social de São Paulo.
Lo que hoy suele entenderse como una ciudad o pueblo no es otra cosa que la suma de las partes de la vida (y la muerte) que habita y reverbera entre sus calles, edificios y espacios públicos. Cidade identifica acer- tadamente las brechas que existen entre las aspiraciones colectivas rotas, la cultura material local y los restos de la esfera pública, tanto en su ciudad natal (São Paulo), como en la Ciudad de México. Su aproxi- mación a estos temas recuerda la máxima de Le Corbusier, quien afirmaba que los arquitectos no eran diseñadores sino organizadores de la producción y el consumo, con lo cual se anticipaba a las futuras contradicciones de una disciplina que depende precisamente de los ciclos de vida, de los desarrollos tecnológicos y, por supuesto, del capital. Desde esta perspectiva, Marcelo Cidade ha desarrollado —en sus esculturas, instalaciones, y obras bidimensionales—, un tipo de abstracción disfuncional que profun- diza en los conflictos entre las políticas públicas y el comportamiento humano, uno de los problemas más difíciles a los que se enfrenta la arquitectura y el urbanismo. ¿Qué tipo de escaparates se utilizan habitual- mente en México? ¿Cuáles son los colores que definen a la cultura mexicana? O ¿qué tan amigable resulta el diseño del espacio construido en relación con la creación de espacios para las interacciones espontáneas?
RGR se enorgullece de presentar en esta exposición un conjunto completo de obras de Marcelo Cidade, entre ellas Ansiosa Ansiedade (2024), una nueva escultura experimental creada especialmente para la exposición, que se basa en un mecanismo que funciona como una tira de Moebius. En ella, el artista se ha apropiado de un típico escaparate mexicano para crear un movimiento continuo —un elemento cinético—, que contrasta con la delicadeza del tono rosa con el que pinta su superficie. También agrega dos colores distintivos con los que cubre las paredes adyacentes de la galería, para crear así un ambiente Barraganes- co que enmarca y contiene la pieza. La obra incorpora matices, imágenes fragmentarias y sonidos proce- dentes de la Ciudad de México que sintetizan las preocupaciones poético-políticas del artista acerca de la abstracción como fuerza universal, y como espacio para que soplen los vientos de la libertad.
Gabriela Rangel
MARCELO CIDADE (São Paulo, Brasil, 1979)
A través de una práctica a menudo subversiva e informal, Marcelo Cicade cuestiona los ideales de la arquitectura modernista, se apropia de los espacios urbanos y, mediante diversas operaciones estéticas, inventa nuevos lenguajes, construyendo espacios frescos y sorprendentes.
El vínculo íntimo que, para Cidade, une el arte y la vida autoriza al artista a explorar el flujo continuo y oscilante entre la esfera social y la personal. Comparando relaciones y valores sociales establecidos, Cidade crea obras que expresan conflictos sociales complejos y lleva señales y situaciones de la calle a espacios artísticos. La obra del artista enfatiza el encuentro entre arte y sociedad, sin dejar de lado la discusión sobre el lenguaje.
Uno de los intereses de Cidade es el espacio público generado en el flujo urbano y tecnológico de la sociedad de vigilancia. La ciudad es el lugar privilegiado de los acontecimientos, y es aquí donde el artista busca sus materiales de trabajo. Calles, muros, pasos elevados, plazas, y contraventanas son un desafío para su mirada.
Actualmente vive y trabaja en São Paulo, Brasil.