(Montijo, Portugal, 1962)
La obra de Fernanda Fragateiro potencia las relaciones con el espacio, sumergiendo al espectador en una situación performática. Sus intervenciones en lugares inesperados (un monasterio, un orfanato, casas en ruinas, por ejemplo) sutiles alteraciones del paisaje y el uso de materiales como telas encontradas en fábricas alemanas, libros usados o escombros del boom de construcción portugués revelan historias enterradas en la transformación.
La artista portuguesa hace referencia a la historia del arte, la arquitectura, el feminismo y la política, pero mantiene un estilo característico sólido con una estética minimalista de forma, color y textura. Fragateiro opera en el campo tridimensional, centrándose en la escultura y la instalación como su principal medio de expresión. La forma en que Fragateiro interviene el espacio revela su gran interés por repensar el modernismo.
Actualmente vive y trabaja en Lisboa, Portugal.