Acerca de Francisco Muñoz
Francisco Muñoz combina el color y la geometría con la abstracción en esculturas, dibujos, collages, pinturas, textiles e instalaciones visualmente dinámicas. Cada una de sus series refleja una gama de influencias prehispánicas desplegando un diálogo que fusiona la estética tradicional mexicana con materiales contemporáneos. Las pinturas de Muñoz son composiciones intrincadas que difuminan los límites entre registros históricos e imaginativos.
Muñoz nació en Tlaxcala, México en 1986. A temprana edad se encontró con el arte, sintiendo la urgencia de seguir este camino y matriculándose en arte en la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Años más tarde, estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” en la Ciudad de México, y luego en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lyon, Francia, en un programa de becas.
“Paisaje ritual” deriva del término arqueológico homónimo. Se refiere a las diversas manifestaciones de las culturas mesoamericanas que van desde edificios, espacios sagrados y esculturas públicas hasta paisajes y rituales en honor a sus dioses. La muestra presenta un sistema de piezas que se divide en dos series: “Pinturas Rosetas” y “Morteros”.
Texto curatorial por Daniel Garza-Usabiaga
En “Paisaje Ritual” Francisco Muñoz retoma un concepto de integración espacial con el fin de formular una situación de carácter escenográfico en la que intervienen dos conjuntos de piezas. Por un lado, una serie de pinturas circulares que buscan remitir a los chimallis o escudos utilizados por los antiguos mexicanos. En cada una de ellas, Muñoz ha buscado dar forma a un signo mediante una paleta limitada de colores y una serie de motivos que, aunque reminiscentes del arte clásico de Mesoamérica, no guardan consideraciones arqueológicas. En la lógica de la serie también hay una sustitución de elementos en los que, por ejemplo, el acrílico toma el lugar de los minerales o el grafito el del oro. Con sus soluciones plásticas y sus títulos derivados de la arqueología institucional, las obras buscan apelar a ideas preconcebidas en el espectador sobre las culturas del pasado y su producción material. Algo similar sucede con el montaje de las pinturas dentro de un espacio escenográfico que podría traer a la mente imágenes tópicas sobre representaciones de templos o de museografías tradicionales empleadas en salas de exhibición de objetos arqueológicos. Esta apariencia se refuerza con la presentación del segundo conjunto de piezas: cuatro cerámicas que también apelan a la cultura material del pasado, a imágenes comparAdas, sin perseguir una intención de recreación o réplica. De esta forma, pinturas y cerámicas guardan cierta ambigüedad como objetos artísticos que, simultáneamente, remiten a instrumentos - en este caso, de un fuerte carácter bélico.
Pinturas Roseta
La serie “Pinturas Rosetas” consta de nueve pinturas en formato circular. Seis de ellas están elaboradas con grafito pulido y acrílico sobre discos de madera. Las otras tres también están pintadas con grafito y acrílico pero con lino montado sobre los soportes redondos de madera. La serie está dominada por su característica paleta de colores, constituida por rojo, negro, verde y gris oscuro. El uso de materiales por parte de Muñoz es una contradicción poética ya que emplea elementos modernos para abordar temas prehispánicos que aluden más específicamente a los chimallis (escudos en náhuatl).
Las culturas olmeca, azteca y maya entendían a la serpiente como una de las deidades más importantes y la representaban de diversas formas. En “Serpiente enroscada” el artista retoma este tema recurrente. Muñoz subraya su preocupación por la iconografía mesoamericana y la traduce a su propio lenguaje visual. Avanzando hacia un nuevo nivel de abstracción, Muñoz invita al espectador a descubrir piezas que denotan personajes antropomórficos y zoomorfos que asignan individualidad más allá de la exploración estética como “Figura antropomorfa con tocado”.
Morteros
El encierro durante 2020 y 2021 le dieron a Muñoz más tiempo para dedicarse a su pasión y regresar a sus raíces artísticas en su ciudad natal, Tlaxcala. "Paisaje Ritual" estrenará "Morteros", un conjunto de cuatro cerámicas de temperatura alta que reflejan la experimentación continua del artista con el material. El trabajo artístico está sociado con la historia y tradición mexicana, los espectadores pueden encontrar contenedores, morteros, instrumentos y urnas. Las cerámicas lisas originales se construyen a partir de un centro cilíndrico desde el cual se expanden con formas primarias como escamas, dientes y membranas; rasgos clave de dioses como Coatlicue, Tlaloc, Xipe-Totec y otros, llevados a una versión contemporánea, presentes en el nuevo imaginario colectivo.