(Wurzburgo, Alemania, 1961)

El trabajo de Wolfram Ullrich, se caracteriza por pinturas en relieves que desdibujan las fronteras entre escultura y pintura. El artista se considera primeramente un pintor y su obra desarrolla los principios de claridad, geometrismo, anti-simbolismo, y sencillez de producción propuestos por el arte concreto durante el siglo XX, a través de innovaciones formales; sin embargo, ha cuestionado y reformulado estos principios: la ambigüedad de su obra no surge de una confusión de elementos, sino de un juego con los estándares tradicionales que constituyen la forma de ver occidental desde la tradición renacentista, hasta implementación de la perspectiva que ajusta racionalmente la percepción a las “ventanas” de la pintura. Así Ullrich provoca conflictos perceptuales, que desestabilizan la certeza lógica de qué es lo que se está mirando exactamente.

Por medio de las ideas sobre el desplazamiento, las ilusiones ópticas o las modificaciones perceptuales provocadas por la proximidad entre objetos, sus composiciones se dedican a romper la aparente claridad del geometrismo: las pinturas aparecen como objetos unificados cuando en realidad cada parte está construida por separado. Las abstracciones de Ullrich no están diseñadas para dar seguridad y certeza, sino todo lo contrario, cuestionando cómo vemos, cómo percibimos y por qué.

Actualmente vive y trabaja en Stuttgart, Alemania.